Nos encanta encontrar parecido a las cosas, bien sea como pasatiempo o bien de manera casual e inesperada. Existen muchos ejemplos, como la sierra de Segovia a la que apodan “la mujer muerta”, o la “cabeza del indio” con la que comparan la Peña de los Enamorados de Antequera, en Málaga. Hoy hablamos del “dedo de Dios” que podemos encontrar en Benirràs, una de las playas más populares de Ibiza.

El “dedo de Dios” de Ibiza no debe confundirse con lo que hoy queda del Roque Partido, denominación oficial del antiguo “dedo de Dios” de Agaete, en Gran Canaria, al que le fue amputada la falange como consecuencia de una devastadora tormenta tropical a finales del año 2005. Hay quienes han decidido bautizar a la formación ibicenca con otros nombres por respeto a la original, por un lado; y porque encuentran otros muchos parecidos, por otro.

El “dedo de Dios” ibicenco no es más que un pequeño islote llamado Cap Bernat que se yergue enfrente de la orilla de Benirràs, impasible ante las muchas leyendas que suscita y privilegiada testigo de los maravillosos atardeceres que se contemplan desde esta playa. Es, sin duda alguna, uno de los lugares más fotografiados de la isla, y sin quererlo, causante de muchos likes en Instagram. Cap Bernat también es conocido como Carall Bernat, aunque este término no es del todo afortunado, ya que carall significa pene. Es por esto que aparezca también documentada como Cavall Bernat.

Por su parte, Benirràs tiene gran acogida entre los turistas por la fiesta de tambores que festeja cada domingo durante los meses de verano. Junto a los mercadillos, este evento es el gran exponente hippie de Ibiza. Es aconsejable mantenerse a una distancia prudencial si solo quieres disfrutar de la música, hacer fotos o grabarlo. Ponte cerca de los protagonistas si tú también quieres convertirte en uno de ellos y vivir una experiencia diferente. Si además quieres llevarte un souvenir, acércate a cualquiera de los puestecitos hippies donde se venden brazaletes, pulseras, monederos, bolsos y otros trabajos de artesanía.

El acceso en coche a la playa es complicado durante la celebración de esta fiesta, por lo que la antelación será la mejor de nuestras consejeras si queremos coger un buen sitio en la arena y no perder los nervios con el coche buscando aparcamiento. Es poco recomendable acudir a esta fiesta si se busca tranquilidad o nos acompañan niños, los tambores suenan durante horas y pueden cansar tanto a los más pequeños como a los adultos.

Sant Miquel de Balanzat y Sant Joan de Labritja son los pueblos más cercanos a Benirràs. Esta playa tiene unos 150 metros de largo y unos 40 de ancho y tiene algunas rocas que hacen del calzado acuático un gran amigo durante tu visita. Tanto si te alojas en Ibiza como si lo haces en Formentera -cógete un ferry de Aquabus, ¡y listo!- conocer Benirràs, Cap Bernat y su ambiente es una vivencia que no puedes dejar escapar. ¿A qué esperas?