¿Cómo que Ibiza y Formentera en septiembre y octubre no tienen encanto? ¡Más si cabe! Pese a que la temporada estival es claramente más popular, existen numerosas alternativas para aquellos que quieren organizar las vacaciones en temporada baja, ya que son muchos los destinos que han sufrido las típicas masificaciones durante los previos meses de verano.

Ibiza y Formentera en temporada baja ofrecen una interesante variedad de ventajas: compra de billetes más baratos (hasta un 50% más económicos); ofertas muy llamativas en los alojamientos; menos gente y menos estrés, por lo que se puede visitar mejor y con mayor tranquilidad cualquier punto de las islas; y por último, es más seguro y beneficioso para la salud, dado que las aglomeraciones suelen generar siempre algún que otro conflicto.

Muchos turistas preguntan si viajar a Ibiza en septiembre es una buena opción. Pues bien, ¡la respuesta es afirmativa! Septiembre es la época ideal para ir a playas como Las Salinas, con la tranquilidad de poder aparcar fácilmente o poder estirarte en la arena sin tener que preocuparte de encontrar espacio para poner la toalla. Además, recordemos que en Septiembre sigue siendo verano, por lo tanto el tiempo suele ser muy bueno, y, aunque no estemos exentos de peligro por la típica tormenta veraniega, el clima suele ser bastante caluroso durante todo el mes.. incluso en octubre.

En septiembre, todas las discotecas de Ibiza siguen abiertas. A diferencia de la época estival, no estarán llenas hasta la bandera, por lo que los precios de éstas bajarán notablemente. Además, en este mes, comienzan las famosas “closing parties”. Cada local prepara un espectáculo increíble para celebrar el cierre de temporada de cada fiesta. Por esta razón, las autoridades suelen sermás permisivas con los horarios y pueden durar hasta las 12 horas de la mañana.

En resumen, las ventajas de viajar a estas islas en temporada baja son las siguientes:

Mayores descuentos

Descienden considerablemente los precios de reservas de vuelo y alojamiento.

Menos aglomeraciones

“Esperar, esperar y esperar…” una de las principales consecuencias de viajar en temporada alta se efuma en esos meses más relajados en los que ganaremos tiempo e, incluso, podremos emplear un día extra para disfrutar de otros entornos cercanos.

Mayor flexibilidad

Que haya menos gente produce que se pueda reservar con menor antelación, o que se pueda encontrar entradas para cualquier espectáculo aunque se haya decidido ir poco tiempo antes.

Mayor interacción con la ciudadanía local

En temporada baja los lugareños están en pleno apogeo de su día a día.

Tiendas locales abiertas

Estos establecimientos echan el cierre durante los mismos días que nosotros para disfrutar de sus vacaciones.

Si estás pensando viajar a Ibiza o Formentera, ¡no lo dudes! Encontrarás precios más baratos -también en Aquabus-, playas menos llenas y vivirás una experiencia totalmente enriquecedora.