Declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, Dalt Vila, el centro histórico de Ibiza ofrece una experiencia diferente en una isla mundialmente conocida por sus playas paradisíacas y ambiente nocturno. Dalt Vila es la parte alta de la ciudad y desde ahí no solo pueden disfrutarse de unas estupendas vistas panorámicas, también adentrarse en un lugar que tiene ya 2.500 años de historia y que ha ido cogiendo forma desde épocas medievales y renacentistas. Sus monumentos, edificios, calles y plazas guardan la esencia de Ibiza, una esencia que atrae a miles de turistas cada año.

Conociendo Dalt Vila en nuestras vacaciones

Las calles adoquinadas de Ibiza nos llevan a la primera parada en nuestro recorrido por Dalt Vila: el Portal de Ses Taules, la puerta principal de entrada, custodiada por dos estatuas romanas y a la que llegamos tras subir una cuesta y cruzar un puente levadizo. La mayor subida será la que hemos realizado hasta ahora, el resto de calles no son tan empinadas e invitan a pasear sin excesivos esfuerzos físicos. No obstante, nada como calzarse unas buenas zapatillas o calzado cómodo para que nada perturbe nuestra visita.

Otro lugar de acceso es Es Portal Nou, ubicado junto al Parque Reina Sofía. Constituye uno de los baluartes de la muralla renacentista de Ibiza, construida en la época de Carlos V para protegerse contra los turcos. Cada baluarte tiene un nombre; Es Portal Nou corresponde con el baluarte de Sant Pere. A lo largo de la visita iremos descubriendo el resto.

Tras entrar en los dominios de Dalt Vila por el Portal de Ses Taules, nos dirigiremos a un patio de armas que nos conduce a la Plaza de Vila. Por el camino nos encontramos casas típicas, restaurantes, tiendas de artesanía y galerías de arte. Seguimos ascendiendo por la calle de Sa Carrosa, para ver el baluarte de Santa Llucía, en el que se encuentra un polvorín del siglo XVIII. Desde allí nos dirigiremos al baluarte de Sant Jordi, pasando por la Ronda Calvi, donde encontramos restos arqueológicos de una antigua muralla de origen musulmán. Todo el recorrido aparece señalizado, lo que nos permitirá continuar hacia el baluarte de Sant Bernat, que goza de un emplazamiento privilegiado con vistas a Formentera y Ses Salines; y después al baluarte de Santa Tecla, localizado al este de la Catedral de Ibiza. Nuestra última parada será el baluarte de Sant Joan.

La Catedral de Ibiza alberga la figura de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de las Nieves. Muy próximas a ésta encontramos también la iglesia de Santo Domingo, construida en el siglo XVI, y la plaza Vara de Rey, la principal de Ibiza. Una opción muy interesante tras conocer el Dalt Vila exterior, es visitar el Museo Arqueológico de Ibiza o el Puig des Molins, famoso por albergar tumbas púnicas.

No importa si te alojas en Ibiza o lo haces en Formentera, cogiendo un ferry con Aquabus podrás plantarte en la isla del Dalt Vila y conocer porque goza de este reconocimiento internacional. ¿Te animas?