La catedral de Ibiza es uno de los símbolos más representativos de la isla. Oficialmente denominada catedral de la Virgen de las Nieves, se encuentra situada sobre lo que antiguamente fue la mezquita de Yebisah.

Historia

Construida a lo largo del siglo XIII, está situada en el punto más alto del centro histórico, y es fácilmente perceptible desde los principales puntos de la ciudad. Se encuentra en la zona amurallada de Dalt Vila y, de colores claros, cumple con los cánones de estilo típicos de la construcción balear.

Siendo primeramente una iglesia, desde el surgimiento del obispado de Ibiza en 1782, el edificio ascendió al rango de Catedral. Como hemos mencionado, antes del templo cristiano que representa hoy en día, el lugar donde está erigida la catedral era una mezquita, pero, desde la conquista de la isla por las tropas cristianas, la mezquita pasó a usarse como templo para el culto cristiano y, más tarde, se convirtió en la iglesia que hoy conocemos. Se construyó una iglesia de nueva planta, demoliéndose la antigua mezquita y perdiendo, por tanto, todo aquel legado.

En la catedral de Ibiza se rinde culto a Santa María la Mayor, es decir, la Virgen de las Nieves, patrona de Ibiza y Formentera. El 8 de agosto de 1235 los catalanes reconquistaron la isla a los musulmanes, y, desde entonces, en agosto se celebran las fiestas de Ibiza, en honor a este acontecimiento. La reconquista fue el motivo por el cual se decidió levantar esta iglesia, dedicada a la Virgen María.

Características

La catedral de Ibiza presenta una mezcla arquitectónica. Aunque al principio se construyó todo un templo gótico, a día de hoy solo la torre conserva este estilo. Siglos más tarde, y con motivo de la construcción de la zona amurallada de la ciudad, de estilo renacentista, se realizó una remodelación de la iglesia y el templo pasó a ser de estilo barroco.

Tiene unas medidas de aproximadamente 18 metros de altura, 38 de largo y 13 de ancho. Se trata de un edificio de una sola nave, de planta rectangular, con capillas laterales y un ábside pentagonal. Sobre una de las capillas absidiales, encontramos el famoso campanario, de forma trapezoidal.

Una vez que se visita la famosa catedral, símbolo de Ibiza y núcleo de la ciudad, es sumamente recomendable dar un paseo por las inmediaciones de la iglesia, donde se puede ver la zona amurallada, con los diversos cañones que se encuentran a lo largo de la misma, disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad, del mar y de las islas vecinas, y conocer a fondo las callejuelas del casco histórico, con sus numerosas terrazas, tiendas y mercadillos.

Llegar a Ibiza

Llegar al centro de Ibiza es muy fácil desde cualquier punto de la isla, ya que las distancias en la ciudad son muy cortas. Asimismo, desde Formentera o Palma de Mallorca también salen barcos y ferrys a diario que, con viajes frecuentes de ida y vuelta, permiten acercarse a la isla y volver el mismo día. Aquabus ofrece trayectos, por ejemplo, desde Formentera, en un recorrido que no supera los 45 minutos, y a un precio muy económico.