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14 Agosto 2017
De ruta por los molinos de Formentera
De ruta por los molinos de Formentera
Formentera ha vivido de la pesca y la agricultura prácticamente hasta los años 60. Por ello, en Aquabus te proponemos una ruta alternativa a la escapada de playa, disfrutando de la Formentera más agrícola: visitando sus molinos de viento. Durante el siglo XVI, empiezan a implantarse en España molinos de viento, ya fueran de tipo salinero, alfareros, de extracción de agua, etc. En el caso de Formentera, se construyeron 7 molinos de viento de tipo harinero, el más común por la época. Formentera era conocida como “la tierra del trigo”, de donde toma su nombre (frumentaria, que en latín significa “perteneciente al trigo”).
De estos siete molinos harineros, hoy se conservan seis, en pie cinco, que son los que pueden ser visitados por los turistas. Hay dos molinos en Sant Francesc Xavier, el Molí den Mateu de 1773 y el Molí d’en Gerona de 1760; uno en Sant Ferran, Molí den Tauet de 1760; y dos en La Mola -ambos de 1893- Molí d’en Simon y el Molí d’en Botiga, del que solo queda la torre. Existió también otro molino (el sexto) en Es Cap de Barbaria del que sólo quedan los cimientos.
Estos clásicos molinos de viento, encalados en blanco y de enormes aspas de madera, desde el siglo XVIII y hasta finales del siglo pasado, son un icono de la Formentera más tradicional. Tienen generalmente tres pisos; en el más alto se sitúa la maquinaria y la piedra de moler, en el del medio los elementos para recogida de la harina; y, por último, en la planta baja, el almacén. Su techo cónico se mueve para orientar las aspas al viento más favorable.
La función de los siete molinos era la de moler la harina pero, en algunos casos se molía también sal, como ocurrió en los Molins de Ferrer. El Molí Vell de la Mola perteneció a su familia durante 200 años y se utilizó hasta 1956. La primera referencia es de 1778 y, gracias a la restauración llevada a cabo por el Consell Insular d’Eivissa i Formentera, actualmente es el mejor conservado de Formentera.
El Molí Vell de la Mola se encuentra en el pueblo de La Mola. Allí hay otros atractivos como el mercado hippie o el Faro que se encuentra situado sobre los acantilados. Por la carretera que va al mismo Faro, hallamos a mano derecha el desvío para ver este molino. Actualmente tiene una propietario y responsable, encargado del acceso para visitarlo explicando su historia, antigüedad y su uso para moler el trigo.
Los molinos de Formentera son una visita obligada si vienes a la isla, pudiendo realizar el trayecto en el transporte que prefieras. Podrás aprovechar este paseo no sólo para su visita, sino también para conocer las localidades donde se encuentran ubicados, así como la gastronomía que ofrecen. El camino hacia ellos es un hermoso paisaje de pinos y costas, culminando con un mirador antes de llegar. Las vistas espectaculares, combinan lo mejor de los acantilados, el mar y la Formentera más rústica.